miércoles, 29 de febrero de 2012

Bombas de Vacio para ellos y Eros para ellas

    Los trastornos de la excitación sexual son el trastorno de la erección en el hombre y el trastorno de la excitación sexual en la mujer. Se definen según el DSM-IV como la incapacidad, persistente o recurrente, bien para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual, o para obtener o mantener una respuesta de lubricación propia de la fase de excitación hasta la terminación de la actividad sexual, respectivamente. En ambos casos el DSM-IV indica que esta incapacidad provoca un malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales, lo que no se explica por otro trastorno, ni por el consumo de sustancias o una enfermedad médica.

Y leyendo al respecto me he encontrado con dos inventos bastante curiosos…

Tomada de http://www.andromedical.com/es/productos/bomba-de-vacio-para-el-pene/
    Por un lado, la bomba de vacío consiste, como su nombre indica, en un dispositivo de constricción de vacío (VCD) que ayuda a los hombres a conseguir la erección mediante presión. Se puede usar o bien para alcanzar la erección necesaria para realizar el coito o para la masturbación. El aparato consiste en un cilindro que se coloca sobre el pene lubricado, y está conectado a una bomba manual o motorizada. El vacío induce la erección al incrementar el flujo de sangre hacia el pene. Unas bandas de goma, alrededor de la base del pene, pueden mantener la erección durante media hora.

    El VCD se utiliza en hombres con problemas eréctiles. Sin embargo, son comunes efectos colaterales como dolor y marcas negras y azules. Las bandas de goma impiden la eyaculación normal, así que el semen permanece atrapado en la uretra hasta que las bandas se eliminan. La calidad de las erecciones producidas por el dispositivo está también considerada inferior a la de las erecciones espontáneas.
Hay quienes aseguran que el uso regular de una bomba ayuda a aumentar el tamaño del pene, y la mayoría de información que se encuentra por internet hace referencia a eso (supongo que venderán mucho más comercializándolo como un alargador de pene…).
Tomada de http://www.sexovida.com/clinica/eros.htm

    De forma paralela, para las chicas nos encontramos con un dispositivo denominado Eros. Es un dispositivo clitoriano que se comercializa legalmente en Estados Unidos, al parecer, con receta médica. El capuchón del dispositivo se coloca sobre el clítoris y crea una suave succión sobre éste, incrementando la vasocongestión. Al aumentar ésta, se incrementan las sensaciones clitorianas sexuales, así que influye, de alguna manera, en la fase de excitación sexual.

    Vaya inventos, ¿no?  No dudo de la eficacia probada de estos aparatos, pero… ¿de verdad merece la pena usar algo así? Bueno, he de decir que no he probado el Eros, ni por supuesto la Bomba de vacío, pero dudo de su utilidad práctica. En el trastorno eréctil suelen ser más relevantes los factores de tipo psicológico, donde uno de los principales objetivos es reducir la ansiedad, y creo que este aparatito sirve más para ponerse de los nervios que otra cosa (por no hablar de los moratones...) En fin, otro día desarrollaremos más las terapias psicológicas en este tipo de trastornos. En cualquier caso, si hablamos de un problema más de tipo biológico me parece que la cirugía o la medicación pueden ser una opción más acertada.
    Y sobre Eros… Bueno, si en los hombres el factor psicológico en las relaciones sexuales es importante, ni qué decir en las mujeres (topicazo al canto, pero decidme que no es verdad).

    En fin, son inventos que ahí están, y no hay una solución universal ni un único recurso eficaz para los problemas de todas las personas, así que en la variedad está el gusto, y para gustos los colores =)

Bibliografía (para saber más…)
A. S. Rathus, J. S. Nevid y L. Fichner-Rathus (Eds.), Sexualidad Humana (pp. 289-292). Madrid: Pearson-Prentice Hall.

martes, 21 de febrero de 2012

¿Orgasmo masculino = eyaculación?

    Hace poco me preguntó una amiga sobre algo que había visto por televisión. Para su sorpresa, se encontró con que podían existir tres “tipos” de orgasmos: Orgasmos sin eyaculación, eyaculación sin orgasmos y, lo más común, ambos juntos.

    Pues bien, aclaremos conceptos. La eyaculación y el orgasmo son dos mecanismos diferentes, es decir, que pueden producirse uno sin el otro, lo que pasa es que suelen ocurrir generalmente juntos.

    El ORGASMO consiste en las contracciones musculares súbitas que se producen durante el pico de excitación sexual  y desembocan en la relajación brusca de la tensión sexual que se acumuló durante la excitación. Es, por lo general, agradable. La EYACULACIÓN, sin embargo, se refiere solo a la expulsión del semen desde el extremo del pene. La eyaculación ocurre en dos fases:

1.    La fase de emisión: Implica contracciones de la próstata, las vesículas seminales y la parte superior de los conductos deferentes. La fuerza de estas contracciones impulsa el líquido seminal en la parte prostática del tracto uretral (un pequeño tubo llamado bulbo uretral), que forma como un balón cuando los músculos se cierran en cada extremo, atrapando el semen. En este punto es cuando el hombre percibe que el orgasmo es inevitable, que nada puede evitar la eyaculación.

2.    La fase de expulsión: Implica la propulsión de líquido seminal a través de la uretra y fuera de la abertura uretral en el extremo del pene. En esta fase, los músculos en la base del pene y alrededores se contraen rítmicamente, propulsando el semen. Esta segunda fase es la que suele estar acompañada por las sensaciones de orgasmo.

    Un ejemplo (Rathus , Nevid y Fichner-Rathus; 2005) de esta diferenciación la encontramos en el caso de los parapléjicos que pueden eyacular si la zona de la baja médula espinal que controla la eyaculación está intacta. Sin embargo, no experimentan los aspectos subjetivos del orgasmo porque las sensaciones no llegan al cerebro.
    Lo normal es que orgasmo y eyaculación aparezcan juntos, pero veamos algunos casos en los que esto no es así.


Eyaculación retrógrada
    Se presenta cuando el semen ingresa en la vejiga en lugar de salir por la uretra. En una eyaculación normal se abre un esfínter externo que permite al fluido seminal salir del cuerpo. Otro esfínter interno cierra la apertura de la vejiga, previniendo que se introduzca en ésta. En la eyaculación retrógrada, las acciones de estos esfínteres están invertidas. El esfínter externo permanece cerrado, evitando la expulsión del fluido seminal, mientras que se abre el esfínter interno, permitiendo que la eyaculación se vacíe en la vejiga. El resultado es un aparente orgasmo seco.
La eyaculación retrógrada puede estar causada por cirugía de la próstata o uretra, algunos medicamentos (incluyendo algunos fármacos para tratar la hipertensión y algunos que afectan el estado anímico), algunas enfermedades como la diabetes, o accidentes.

    La eyaculación retrógrada es normalmente inocua en sí misma, porque el líquido seminal se descarga posteriormente en la orina, pero puede producir infertilidad y cambios en las sensaciones asociadas con el orgasmo.

Orgasmo seco
    Este término puede referirse a la eyaculación retrógrada de la que acabamos de hablar. Sin embargo, es más amplio que el anterior y hace referencia a todo clímax sexual en hombres en el que no se produce la eyaculación. Por ejemplo, los varones que se masturban antes de la pubertad normalmente solo obtienen orgasmos secos, aun en el caso de que alcancen el clímax. A menudo pueden producir múltiples orgasmos, ya que la necesidad para un período de reposo, el período de refracción, está reducida. Algunos hombres consideran que el orgasmo seco es poco satisfactorio o incluso doloroso, otros lo encuentran más intenso. Otros hombres actúan para alcanzar múltiples orgasmos, algunos de los cuales, necesariamente, serán secos.

    Los orgasmos secos pueden alcanzarse de forma deliberada presionando el principio de la uretra entre el ano y los testículos, inmediatamente después del orgasmo. He leído también que el uso de bombas de vacío puede comprimir la uretra de tal manera de producir un orgasmo seco, siempre y cuando el anillo del dispositivo esté en sitio, pero puede causar dolores. También se puede conseguir el orgasmo seco mediante la contracción, inmediatamente después del orgasmo, de los músculos que se utilizan para forzar la detención de la micción. Esto requiere alguna práctica, pero muchos hombres que la dominan informan de orgasmos más largos, más intensos, o, incluso la capacidad de tener múltiples orgasmos.

    También pueden presentarse orgasmos secos en hombres que eyaculan múltiples veces en un corto período, del orden de una hora, después de que las primeras pocas eyaculaciones hayan agotado el fluido seminal almacenado disponible. Esta situación es reversible, ya que después de pocas horas los suministros de fluido seminal serán repuestos por la próstata y las vesículas seminales.
    El término orgasmo seco también se utiliza en referencia a una forma de orgasmo somático mental, en el que la mente experimenta el orgasmo sin alcanzar la eyaculación. Este tipo de orgasmo es uno de los objetivos del sexo tántrico.


    Hasta ahora hemos hablado de orgasmos aneyaculatorios, donde existía orgasmo en ausencia de eyaculación. No obstante, también puede haber eyaculación sin una erección total y expulsión de semen sin la vivencia del orgasmo. Es el caso de la anhedonia eyaculatoria y la espermatorrea, respectivamente.

Anhedonia eyaculatoria o eyaculación asténica.
    Ocurre cuando no se percibe casi la sensación de orgasmo y el semen sale en forma débil, sin fuerza. Esto es causado por ausencia de las contracciones musculares que impulsan el semen hacia el exterior. Estos episodios pueden ocurrir tras un largo período de abstinencia sexual. En otros casos pueden ser producidos por una lesión de la médula espinal.

    También puede deberse a otros trastornos como la eyaculación precoz o disfunción eréctil, donde es la ansiedad la que provoca la eyaculación y no el placer orgásmico.

Espermatorrea
    Consiste en la salida de semen del pene sin estimulación previa, sin que exista por tanto orgasmo, coito o excitación. El semen sale solo, de forma involuntaria y frecuente. Se entiende como un desorden médico de tipo sexual en el hombre, y se diferencia por tanto de las poluciones nocturnas, pues se trata de una pérdida continua mientras se está despierto. Puede haber presencia de pus en el semen, que se torna fétido y espeso y a veces de color amarillo o verde
La espermatorrea se produce por causas de origen orgánico, donde hay una inflamación o una infección de la uretra, en vesículas seminales o la próstata.



    Por último, y para que no se confunda con otros términos ya mencionados, existe lo que se conoce como trastorno orgásmico masculino (antes orgasmo masculino inhibido) que según el DSM-IV se define como la ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo, tras una fase de excitación sexual normal, en el transcurso de una relación sexual normal, y teniendo en cuenta la edad del individuo, tipo de estimulación, intensidad y duración.


    Es cierto entonces que podríamos encontrarnos con las tres situaciones que comentábamos al principio: orgasmo, eyaculación, o ambos juntos. Sin embargo, bajo mi punto de vista no es la clasificación más acertada. No podemos decir que haya tres tipos de orgasmos, sino más bien diferenciar entre orgasmo y eyaculación.

jueves, 16 de febrero de 2012

Masters y Johnson (la respuesta sexual humana)

Suena a nombre de banquero o empresario, o de los directivos de hotmail de aquellos correos en cadena que te avisaban de que iban a cerrar tu cuenta si no lo reenviabas a todos tus contactos… Sin embargo, Masters y Johnson es el nombre con el que se conoce popularmente al matrimonio formado por el ginecólogo William Masters y la trabajadora social Virginia Johnson.
Juntos investigaron la sexualidad humana en condiciones de laboratorio y desarrollaron métodos de terapia orientados al sexo. Mediante el empleo de electroencefalogramas, electrocardiogramas y cámaras cinematográficas, estudiaron la fisiología y la anatomía de la actividad sexual. Sus trabajos en el siglo XX supusieron un gran avance y un considerable incremento en el tratamiento por disfunciones sexuales (más adelante hablaremos un poco más de algunas de sus técnicas ).
En su libro Respuesta sexual humana (1966) realizaron un detallado análisis de lo que ocurre en el cuerpo humano durante la actividad sexual. Hasta entonces la respuesta sexual sólo se había estudiado en animales, pues no parecía “ético” estudiarla en seres humanos. Los revolucionarios Masters y Johnson concluyeron que, precisamente porque el sexo suele ser una actividad en pareja, era necesario tratar a ambos y no al individuo aislado. Por ello para esta publicación realizaron un exhaustivo estudio con más de 600 hombres y mujeres. Tras su observación y análisis de los datos obtenidos de los encuentros sexuales de las personas que participaron en el estudio, diferenciaron 4 fases que componían el ciclo de la respuesta sexual humana: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
1. Fase de excitación:
Se trata del inicio de los cambios fisiológicos. Indican la respuesta del organismo ante la estimulación sexual, ya sea física (caricias) o psicológica (pensamientos o fantasías).
Esta fase, en la mujer, se caracteriza por el inicio de la lubricación vaginal (controlada por la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo), la dilatación de la parte superior de la vagina, y el aumento de tamaño del clítoris y los pechos debido, en ambos casos, a la vasocongestión (afluencia masiva de sangre a los órganos).

En el hombre comienza la erección (también bajo control parasimpático), con aumento de la tensión en el escroto y elevación de los testículos, y contraccones irregulares del recto. Así mismo, aparecen una serie de cambios comunes para ambos sexos, como rubor sexual, incremento en la tasa cardíaca y aumento de la presión arterial.
2. Fase de meseta o mantenimiento:
Cuando la estimulación sexual se mantiene, se produce un incremento importante de la tensión sexual con elevados niveles de miotonía (aumento de la tensión muscular) y vasocongestión. En la mujer se produce la contracción de las paredes vaginales, formándose la plataforma orgásmica: el clítoris se retira hacia el interior, el útero aumenta su tamaño y los labios menores se oscurecen. Así mismo, comienzan a producirse contracciones involuntarias del recto. En el hombre, el pene alcanza su nivel máximo de erección, los testículos aumentan de tamaño y alcanzan su máxima elevación, aparecen unas gotas de fluido en la punta del pene y continúa el rubor y aumento en la tasa cardiaca y en la presión arterial, al mismo tiempo que comienza a acelerarse la respiración.
3. Fase orgásmica:
Según Kinsey y cols (1953) consiste en una descarga explosiva de tensión neuromuscular que se produce de forma involuntaria y repentina cuando la estimulación alcanza su máxima intensidad. Es el clímax de la respuesta sexual, en la que se producen los cambios fisiológicos más importantes y el momento más placentero desde el punto de vista psicológico.
En el caso de la mujer la plataforma orgásmica se contrae entre 3 y 12 veces, a intervalos algo inferiores a un segundo, produciéndose además contracciones involuntarias del esfínter anal y otros grupos musculares.
En el hombre las contracciones de la uretra y músculos pélvicos hacen que el pene experimente contracciones que provocan la eyaculación del fluido seminal, acompañándose también de contracciones involuntarias del recto.
De forma paralela, en ambos sexos continúan los incrementos iniciados en las fases anteriores en tasa cardíaca, presión arterial y tasa respiratoria.
4. Fase de resolución:
En contra de la creencia popular, el orgasmo no señala el final de la respuesta sexual. Existe una cuarta faso, en la que progresivamente se va perdiendo la tensión sexual y el organismo vuelve de forma gradual al estado previo a la excitación. Esto suele durar entre 15 y 30 minutos. Si la mujer alcanza la fase de meseta sin llegar al orgasmo, el proceso de restauración tarda más, con frecuencia, hasta una hora. En el caso de los hombres, existe un periodo refractario durante el cual es muy difícil que puedan conseguir erección y obtener otro orgasmo. La duración de este periodo es variable, desde minutos a horas, y va aumentando con la edad. Este periodo refractario no existe en las mujeres, siendo capaces de experimentar orgasmos múltiples o repetidos en un período más corto.

Bibliografía (para saber más…)
Belloch, A.; Sandín, B.; y Ramos, F. (2008). Manual de psicopatología. Madrid: McGraw-Hill.
Masters y Johnson (1966). Human sexual reponse. Boston, Little Brown.
http://es.wikipedia.org/wiki/Excitaci%C3%B3n

miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Qué es la sexualidad?

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana se define como “un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."

    En este blog hablaremos de las múltiples facetas de la sexualidad, curiosidades, dudas, últimos estudios... Todo para que aprendas un poco más no sólo de sexo, sino de cómo vivir plenamente la sexualidad en todos sus aspectos.
    No te cortes, pregunta tus dudas (puedes mandarnos un correo a tusexualidad@live.com) y déjanos un comentario.